Crónica de una marcha de antorchas, contra el alza del valor de la energía y los abusos de Electricaribe, anunciada.

MARCHA DE ANTORCHAS CONTRA ELECTRICARIBEPor Armando Portela

A partir de la carrera 9ª, la calle 16 ingresa al viejo Valledupar y sufre el estrangulamiento heredado de su diseño colonial, estirándose la Marcha hasta la amplia explanada de la mítica Plaza Alfonso López que, salvo en circunstancias de programaciones artísticas, hacía mucho rato no veía colmar su extensión por una multitud motivada por reclamaciones sociales.

Desde la legendaria tarima Francisco El Hombre, con plaza en efervescencia, los oradores designados por el Comité Cívico dieron a conocer las razones y propósitos de su causa. Fabio Pinto, en representación de los estudiantes, enfatizó el compromiso de la juventud con las necesidades de la comunidad. Evelio Daza, dirigente del Partido Verde, conminó al nuevo alcalde a cumplir el mandato constitucional de ser garante de la prestación de los servicios públicos.

En su turno, Juan Carlos Prieto, denunció el robo de más de 23 billones de pesos que los colombianos han pagado en el llamado Cargo por Confiabilidad, por parte de las generadoras de energía, con la complacencia del presidente Santos; condenó las extorsivas tarifas de energía y gas y afirmó que “este acto es el primer paso en la lucha por rechazar las arbitrariedades de Electricaribe, empresa que debe ser asumida y operada por el Estado; contra el abandono y privatización de la salud y de las carreteras que piensan sembrar de peajes para estrangular la vida económica, social y cultural de la región, enriqueciendo a unos cuantos a costa de la miseria y la ruina de toda la región”.

Por su parte, José Luís Urón, dirigente liberal y gerente de la Cámara de Comercio de Valledupar, culpó a Electricaribe de ser “el principal perturbador del orden público en toda La Costa”, hizo una profusa y detallada explicación de la complicidad  entre parlamentarios y funcionarios del gobierno con Electricaribe y  generadoras de energía; respaldó la iniciativa del Comité Cívico y le exhortó a realizar más marchas masivas y pacíficas.

Cerró el acto “Yiyo” Martínez, quien en breves palabras anunció que la lucha continúa, que la gente debe unirse y fortalecer al Comité Cívico, donde opera el sentido de amplitud, sin discriminación;  finalizó denunciando a “los parlamentarios Name, Cepeda y al gerente de la Asociación de Gobernadores, Amílkar Acosta, por vendidos a Electricaribe”.

Una suave brisa decembrina, procedente del nordeste, refrescaba el ambiente; en el cielo despejado se insinuaba la pronta aparición de la luna, cuando el Maestro de Ceremonia, Aníbal Barros,  anunció el final del acto, agradeció a los manifestantes su asistencia y los invitó a regresar a sus hogares en orden y en paz. Todavía retumba en la Plaza Alfonso López, el eco profundo de ese colosal grito que permanecía ahogado en las gargantas de una población trabajadora y creadora de riqueza, insubordinada contra quienes pretenden arrebatarle sus derechos. Las ondas de ese eco se escuchan allende las fronteras del Cesar.

 

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