I
La vida es campo sagrado
con sus veredas y flores,
somos bendición de amores
en el jardín venerado.
Un tesoro respetado
del más precioso rosal,
es el amigo leal
con su amistad verdadera.
La verdad es primavera
en esplendor natural.
II
De la amistad yo me ufano,
siempre pregono este rol:
antes que se oculte el sol
reconcilia con tu hermano.
El perdón no es tiempo vano,
para el alma es alegría,
nos aleja de porfías
y de los viles rencores.
Somos luz entre las flores,
vivamos en armonía.
III
El hombre leal asume
de sus aciertos y errores:
cultiva bien los valores,
de infalible no presume;
si en abundancia consume
las comidas y el alcohol
puede perder el control
y su atlética figura;
recomiendo la mesura
y un leve baño de sol.
IV
El hombre que da la talla
camina con honradez,
muy contento se le ve
como pez sin atarraya;
no se pasa de la raya
camina muy precavido,
vive siempre agradecido
del Supremo Redentor,
Y si cultiva el amor,
de amor vive florecido.
