«Juglares y trovadores» es el reciente libro de Marina Quintero, Magíster en Educación de la Universidad de Antioquia, investigadora cultural, conferencista, cantante y concertista en escenarios nacionales y embajadora de la música vallenata en Medellín.
Este libro, como los cuatro anteriores de la misma autora, referidos a la música vallenata y del Caribe colombiano, está escrito con la pasión que se eleva a la dignidad de testimonio. Marina conoce en profundidad el tema y por eso deja certeza de que en los hilos con que se han tejidos sus palabras no hay nada al azar ni a las falsedades, es el resultado de un trabajo serio de investigación, donde hubo una entrega total a la paciencia de andar y desandar las huellas de la trashumancia de nuestros juglares y trovadores.
Michael Parada Bello, en el prólogo hace referencia a la función del escritor y se apoya en Elías Canetti, premio Nobel de literatura en 1981: “No puede ser tarea del escritor dejar a la humanidad en brazos de la muerte”. Esta obra tiene la ventaja de no dejar escapar el entrecruce de las historias y sus personajes, de manera que el lector se encontrará unos relatos que reafirman que el ser humano no está solo.
Marina, ama y vive la tradición de la música vallenata y es una seguidora fiel del verso: quien no conoce el tema, sufre de engaño y yo como lo conozco soy mucho gallo. Para explicar la diferencia entre juglares y trovadores, lo hace de manera didáctica, retomando un epígrafe del maestro Manuel Zapata Olivella: “El trovador ignoraba que estaba innovando la juglaría del viejo acordeonero, arriero de noticias pueblerinas, al convertirse en inspirado poeta de la anécdota social y la canción romántica”.
El libro de 300 páginas, editado en Medellín, contiene evidencias de la grandeza musical de 16 artistas a la tradición del Caribe colombiano, entre ellos:
- Guillermo Buitrago (El jilguero de la Sierra Nevada),
- Nicolás Elías “Colacho” Mendoza (Punto de anclaje en la obra de Rafael Escalona),
- Alejo Durán (Entre la historia y la leyenda),
- Calixto Ochoa (Una historia a la sombra de la Historia del Negro),
- Leandro Díaz (Rapsodia criollo del siglo xx),
- Octavio Daza (El cantor del río Badillo),
- Rafael Manjarrez (Un romántico en la encrucijada de la Modernidad),
- Daniel Celedòn Orsini (Estirpe de cantores),
- Pablito Flórez (Crónica de un hombre cargado de música),
- Julio Fontalvo (La memoria de El toro Balay).
El libro es el testimonio de una doble pasión donde las palabras conservan el aliento, en las vivencias sentidas del canto y del verso, porque ahora algunas canciones divagan en la trivialidad rampante de doble sentido, que producen en el corazón lagrimas sepias y tristezas a montones; por eso los invito a leer a Marina Quintero, una ocañera, residente en Medellín e hija adoptiva y querida de Valledupar, para que la fresca llovizna de nostalgia y la belleza de la poesía nos vuelve a estremecer al escuchar: El amor entra de pronto, pero para salir demora….
