Cuento. Por: Edgardo Mendoza Guerra. Nunca olvidaré esa tarde de agosto. Un sol tremendamente caliente se paseaba por los techos y en las calles. Valencia estaba solo, hasta las sombras de los pocos árboles estaban tristes. Nos sentamos en la puerta de la calle, donde la brisa intentaba soplar, pero algún poder invisible la detenía. … Continúa leyendo Sucedió por Valencia, Colombia