Por José Atuesta Mindiola Hijo, antes de que habitaras en las aguas mansas de mi vientre, tu padre y yo estábamos preparados para esperarte; ahora sé que ya vives en mí, percibo tus palpitaciones y espero con prudencia el tiempo de tu nacimiento. Convencida de que Dios es fuente suprema de vida, doy gracias a … Continúa leyendo Oraciones de una madre a su hijo