¡Justicia!fue el clamor unánime de la comunidad de Las Casitas frente al asesinato de madre e hijo en Santander

La mascota también fue víctima del brutal hecho.

Oriundos de la vereda Las Casitas de Valledupar, Cristina Isabel Rodríguez Cano, de 25 años,  y su hijo Diego Andrés Beleño,  de 14 meses, fueron cruelmente asesinados en Mérida, zona rural de San Vicente de Chucuri, Santander, en la mañana del pasado jueves 4 de septiembre. A esta población se había trasladado desde hacía dos meses debido a que a su esposo, Luis Alfredo Beleño, le fue ofrecido un trabajo en la finca donde había laborado con anterioridad durante cinco años.

Según relato de familiares, Luis Alfredo salió temprano en su motocicleta con sus otros dos pequeños para llevarlos al colegio, luego regresó a la casa, dejo el vehículo y  se fue caminando hacia el lugar donde desempeñaba sus labores.  Estando allá alcanzo a oír unos gritos, por lo que emprendió el regreso.  Se encontró con la escena macabra: a su esposa, su hijo y su mascota les fueron segadas sus vidas a punta de machete. 

De acuerdo a las autoridades el móvil del crimen tiene que ver con el robo de la moto. Horas más tarde el presunto responsable, Victor Camacho Suárez, de 20 años, fue capturado en flagrancia cuando intentaba venderla. Sin embargo, han surgido otras versiones que apuntan hacia otras causas aún sin esclarecer.

Los habitantes de Las Casitas visiblemente consternados se unieron para recibir los cuerpos de madre e hijo, con globos blancos y pancartas con estos mensajes: “no más violencia contra los niños”, “todos somos un pueblo y exigimos justicia”, “Cuanto nos duele tu partida Cristina y Dieguito”, “La comunidad de Las Casitas exigimos justicia por la muerte de nuestra amiga, compañera, hermana, Cristina Rodríguez y su bebé Dieguito”.

Todos recuerdan a Cristina Isabel como una mujer trabajadora que siendo adolescente acompañaba a su mamá en la elaboración de ladrillos.  Era la menor de 11 hermanos. Esposa y madre dedicada, responsable, cariñosa, con su muerte violenta deja sumido en el dolor al  pueblo que la vio nacer. En medio del llanto de sus familiares y amigos, fue sepultada junto a su bebé en el cementerio del municipio de La Paz.

fotos: Deportivo y Vallenato.

Deja un comentario