En Valledupar y en Atánquez, corregimiento al norte de la capital del Cesar, se mantiene la tradición de la fiesta del Corpus Christi, una simbiosis cultural y religiosa, profundamente arraigada.
La celebración tuvo lugar en el centro histórico, se inició con una eucaristía en la iglesia Nuestra Señora del Rosario, y le siguió una procesión. Los diablos , con máscaras y atuendos coloridos y con castañuelas y cascabeles, son protagonistas con su danza característica, al ritmo de tambores y acordeón. Ellos van detrás.





Salvador Orozco, es denominado el Capitán mayor del Corpus Christi; heredero de Antonio Corzo Castilla, tiene la responsabilidad de congregar a todos los miembros para que no se pierda lo que es considerado un patrimonio cultural.
Por su parte, Carmen Magola Galindo, esposa de Silvio Jiménez, quien fue uno de los diablos líderes en el barrio Cañaguate, afirma que es una tradición eclesiástica. Su hijo Silvio , actual coordinador, trabaja para mantener la tradición. Y se las trasmite a las nuevas generaciones. Por esta razón, no cesa en la vinculación de niños al grupo de danzantes.
Carlos Calderón, gestor cultural, se vistió de diablo para hacer su representación en la iglesia La Inmaculada Concepción, y es que desde hace 10 años viene pagando la promesa que cumplía su madre Marina Francisca “La Chica” Calderón . Lo reitera con fervor: “ella me ofreció al Santísimo desde la edad de 12 años cuando sufrí un accidente de tránsito del que salí ileso”.
Estas fueron sus palabras cuando ingresó a la iglesia , en la plaza Alfonso López . se trata de La Sagrada oración de la Santísima Trinidad para el Corpus Christi :
“Oh santísimo sacramento del Altar, o Santísima Trinidad oh Santísima Cruz de beata, tú que relumbras como plata en ese campo sereno, mi Jesús de Nazareno , de donde vienes mi buen Jesús ¿ yo , vengo del campo de Jerusalén de sacar las almas del pecado y por ahí me han dicho que una corona de espinas me he ganado, San Juan Bautista y MarÍa Magdalena fueron mis testigos de mi cruz al Calvario y del Calvario a la Cruz, Amén Jesús, Amén Jesús, Amén Jesús”.
No solo los diablos hacen parte de este ritual año tras año, también se suman otros actores: las Cucambas, que simbolizan aves sagradas, y Los Negritos, representando a los africanos en el continente americano, diversidad que aumenta la belleza de esta fiesta solemne de la iglesia Católica.



La Oficina de Cultura de Valledupar juega un papel fundamental en la salvaguarda de estas tradiciones. A través de programas de apoyo, divulgación y fomento, la entidad promueve activamente la conservación de la Fiesta del Corpus Christi, reconociéndola como un pilar de la identidad cultural y religiosa de la región del Cesar, asegurando que su colorido y significado perduren para las futuras generaciones.
Créditos fotográficos:
José Muñoz Alvear
Oficina de Cultura de Valledupar