El fallecimiento de una pareja de esposos el mismo día en Valledupar, por Covid-19, ha causado consternación entre familiares, amigos y personal médico, y fue motivo de inspiración para el cantautor Nicolás Tovar quien compuso la hermosa canción “Volaron juntos”.
Valledupar, diciembre 14 de 2020.- La noticia de un nuevo caso de muerte por coronavirus ha sido impactante: dos personas que eran una sola, María Lucía Amarís Ariza y su esposo Eduardo Alvarado Ciodaro partieron de este mundo el pasado 12 de diciembre, Día de la Virgen de Guadalupe. Y no deja de sorprender aún más: ella era mariana. Pertenecía a “María Madre y Reina de la Unidad”, una comunidad de la iglesia católica. Conversadora, sonriente, irradiaba optimismo. “Era una guerrera”, afirman quienes la conocieron. Luchaba contra el cáncer que había superado años atrás y que volvió a aparecer con furia. Sin embargo, ella no se dejaba vencer. Hablaba con naturalidad de lo que le aquejaba, como si dictara una clase, y en efecto, los interlocutores salían con algo nuevo aprendido. Sobre todo, con el convencimiento de que habían recibido una lección de vida. De superación, fortaleza y esperanza.
“Muñe”, como le decían cariñosamente, era amante de la música, gusto que compartía con su esposo Eduardo, “El Mono”, de origen momposino. Por eso cada año no se perdían del Festival de Jazz. Los carnavales también hacían parte de sus encantos. Soñaba con armar una fiesta de polleras con flauta de millo. Los porros, el Vallenato, la hacían dejar a un lado el bastón. Vivió la mitad de su existencia en Barranquilla adonde se estableció su familia, procedente del lado paterno, de Mompox, y materno, de San Juan del Cesar. Allá demostró su vocación de servicio: hizo parte de un costurero donde elaboraban prendas de vestir para bebés y canastillas que entregaban en el Hospital General a las madres más pobres.
Fue integrante entusiasta de “Las Duquesas”, grupo de mujeres que trabajó intensamente en el Cesar, en la campaña de Duque Presidente y Marta Lucía Vicepresidenta.

Quienes conocieron a esta pareja de cerca recuerdan ahora que solían decir que no se imaginaban al uno sin el otro. Y Eduardo alcanzó a expresarlo alguna vez, sin pensar que sería una realidad el deseo de partir primero de este mundo antes que verse solitario, sin su amada. Su corazón dejó de latir a las 3 de la tarde y el de María Lucía a las 11:30 de la noche del sábado.
El coronavirus llegó sin saber cómo ni cuándo. Contagió a 7 miembros de la familia: una hermana se encuentra en UCI, otra en casa bajo tratamiento médico, sobrinos, asintomáticos, algunos recuperándose paulatinamente de afectaciones leves.
Juan Arturo Crespo, director de la Obra María Madre y Reina de la Unidad, en Quito, Ecuador, ciudad en la que nació esta comunidad y desde donde reciben formación permanente, conoció acerca del fallecimiento de los esposos y de inmediato les envió un mensaje:
“Mi más sentido pesar por la partida de nuestra hermana María Lucía y su esposo Eduardo. y desde mi cariño y amistad les digo que deben consolarse en la hermosa realidad que vivieron estos esposos amantes en que ambos murieron por decisión del Señor en la fiesta maravillosa de nuestra Señora de Guadalupe, y hay la promesa del Señor que quien muera en una fiesta Mariana llegará al Cielo ese día. Entonces, qué hermoso habrá sido morir en este día, y más aún marido y mujer, y de la mano entrar al Cielo llevados por María Santísima.
Más bien, consuélense, en su Fe y en la certeza que la enfermedad no se los llevó, sino que fue Dios mismo que lo hizo y por Misericordia con ambos, a los dos se los llevó en el día de la Guadalupana, Emperatriz de América.
Las abrazo con mucho cariño y le voy a pedir a nuestros padrecitos que entre las intenciones de la Misa estén las almas de estos esposos amados”.
Por su parte, amigas y hermanas de comunidad, han expresado en chats de Whassap , su profundo dolor pero también han exaltado sus grandes cualidades que conocieron compartiendo la fe, y viviendo de cerca su sufrimiento frente a la adversidad. De igual modo, sus compañeras de batalla proselitista la han recordado con entrañable afecto, destacando su alegría, sencillez y valentía.
Vilma García de Soto. Presidenta de la Liga contra el cáncer.
“Cuanto dolor tengo hoy en mi corazón, se nos fue otra hermanita, nuestra querida e inolvidable Muñe cuantos ejemplos de vida nos dejas, soportaste el calvario de tu enfermedad con fortaleza, la fortaleza q te dio la fe y la confianza en Jesús y María , sé que no desfalleciste ni un momento, siempre cuando hablábamos me decías “aquí orando”, fuiste mujer de oración , viviste para El Mono y tus sobrinos , amabas la Obra, en fin no terminaría mi Muñe, todo son recuerdos y ejemplos de vida, te acompañé con mis oraciones desde que te conocí y lo seguiré haciendo, tengo la confianza en el Señor que los dos llegaran a su presencia”.
Diana Lacouture de Giovanetti
“Ay Muñe que guayabo recordarte!! ….como no recordar a Muñe en la EXQUISITEZ!! …es la palabra para mí que la identifica. El buen gusto en todo el sentido de la palabra rodeó su vida siempre. Su casa era un Altar inmaculado donde el Rey era su Mono y ella la Reina en todo su esplendor!! La alegría con que vivía aun llevando la cruz de su enfermedad. Familiar intachable. Fue la adoración de sus sobrinos, hermanos, cuñados…”
Guiomar Guerra
Una persona muy agradable y sencilla en su modo de ser, pero elegante en el vestir
Un carácter optimista siempre alegre por eso la admire tanto, porque a pesar de su enfermedad daba ejemplo de vigor, optimismo.
Disfrutó de viajes y de sus amistades con su Mono querido, no se separaban un segundo
María Consuelo Pavajeau
“Muñe fue una mujer muy exquisita, en su presentación, impecable, siempre, de mucho gusto y detalle para todo! Su casa, sus comidas, sus atenciones, fue
muy especial! Enamorada de su virgencita, luchadora y guerrera con esa dura enfermedad que le tocó afrontar por más de 10 años, por ahí le dio una tregua pero volvió, despertó ese gigante, y de nuevo emprendió la lucha!!!
Mónica Ortiz
Esforzada y valiente! Sin temores
Zuly Cuello
Llena de amor por Dios y con muchas ganas de disfrutar cada segundo de su vida! Muy sociable, amable, cariñosa, siempre queriendo ayudar en todo y a todos con una sonrisa hermosa q siempre la acompañó! “La muñeca” que así le decía, me pareció una dama bella, q se prestaba para participar de cualquier cosa q saliera de la campaña siempre dando lo mejor de sí! Bendigo El día que la conocí, pues fue una persona de nunca olvidar! Dios la tiene en su gloria!
Yaneth Zuleta
Una mujer de noble corazón, alegre, bella, guerrera de Dios.
Mónica Mallarino,
Dios no le dio hijos pero le regaló cuatro hermanos y sobrinos que amaba con toda su alma, y a sus familiares y amigos también les entregaba el corazón. No fue mi tía la que partió sino mi otra mamá y su esposo como un padre para mí, los abuelos de mi hijo.
La historia de amor de estos esposos subió al cielo. Sus vidas selladas en la tierra no se separaron con la muerte. “Volaron juntos” para darse amor eterno, como dice la poesía convertida en canción, de Nicolás Tovar, y que ha sido divulgada por redes sociales.