Natalia Ponce dejó un mensaje de valentía, empoderamiento y amor, durante conversatorio en Valledupar

 

Natalia Ponce dejó un mensaje de valentía, empoderamiento y amor, durante conversatorio en Valledupar FOTO0Valledupar, agosto 3 de 2016.- En el auditorio Consuelo Araújonoguera de la biblioteca departamental Rafael Carrillo Lúquez fue el encuentro de Natalia Ponce De León con cientos de mujeres que escucharon atentas sus respuestas a diversas preguntas. Y es que haber sido víctima de un brutal ataque con ácido en el rostro y el cuerpo y dar ese excelso testimonio  de superación, es supremamente aleccionador.

Al principio se rebeló contra Dios, estuvo brava. Se preguntó el por qué. Luego, “entendí el para qué: ser la voz para que oigan las otras voces de quienes han sido atacadas”, expresó con firmeza. Y añadió: “me empecé a acercar a El nuevamente cuando vi mi evolución, cuando sentí el amor de mi familia, los cirujanos. Me dije: Dios está vivo, está en mí”.

Previamente estuvo en la gobernación del Cesar donde el mandatario departamental Francisco Ovalle Angarita  y la primera gestora, Edna María Vigna,  lanzaron la campaña simbólica “Pacto de no a la violencia contra la mujer” y donde se realizó una rueda de prensa.

El doloroso suceso ocasionado por Jonathan Vega, al norte de  Bogotá, el 27 de marzo de 2014, dio origen a la ley que lleva su nombre: “logramos que aumentaran las  penas para los agresores, llevan de 30 a 50 años, dependiendo de la sevicia con que se cause, si es a mujeres o niños,  anteriormente tenía de 12 a 20 años, pero aunque es lesión personal, es un delito autónomo, lesiones con agentes químicos o ácidos, aclaró.

En cuanto a estos ataques reconoció que no solo han sido contra  mujeres, “vamos 60/40, los hombres no han querido participar, no sé si les da miedo u orgullo. Pero este daño es causado a hombres y mujeres, hay que defender a ambos”.

“Que la ley se cumpla”, sentenció. Y manifestó tajantemente que si los victimarios no pagan las penas impuestas, seguirán delinquiendo, haciendo daño.

En  referencia al concepto de belleza, cambió su perspectiva desde que sufrió el ataque, así lo afirmó: «el físico se destruye, se daña,  lo que nos hace como persona es quienes somos  y  lo que llevamos en los corazones, es un lindo mensaje para las jóvenes del Cesar, de Colombia y del mundo, no  preocuparnos tanto por estar flaca, bonita, arreglada todo el día, tenemos que ser vanidosas, soy vanidosa, pero no perder tanto tiempo en eso, ni tanta cabeza».

A la fuerza del amor le concedió la fórmula para su recuperación; cartas que llegaban a su casa , mensajes de solidaridad a diario, grupos de oración, “esto fue lo que me levantó”.

Ha sido sometida a 21 cirugías reconstructivas. “las heridas del alma y del corazón, son las que más han sanado, las físicas continúan hasta que no quiera más operaciones”, y añadió: “soy ratón de laboratorio”. Admitió que es un trabajo para la evolución científica y médica.

“Confíen en ustedes, crean en sus sueños”, enfatizó durante el evento; todas sus respuestas se enmarcaron en un   mensaje de valentía, empoderamiento y amor .

Se retiró  apresurada del recinto porque quería conocer el río Guatapurí antes de tomar el vuelo hacia Bogotá . Viaja constantemente por distintos países dictando conferencias, llevando consigo las cicatrices que le cambiaron la vida y que la convirtieron en un símbolo de la lucha contra  los ataques con ácidos, uno de los  más crueles realizados por los llamados seres humanos.

Una de sus frases quedó revoloteando en el ambiente mientras el odio y la violencia se cuelan impunemente en las calles: “ver el mundo con amor, es espectacular”.

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