
María Laura Quintero Dangond reside actualmente en Bogotá, allá graba programas para la televisión nacional y da a conocer con pasión su proyecto con el lema «Más arte, menos guerra». En la cuenta de instagram casabarco_fundacion invita a vincularse a esta Escuela que le apuesta a la educación artística de niños y jóvenes.
«En el barco»
Una edificación amplia de dos plantas , modernista, diseñada y construida por dos tíos abuelos arquitectos, en los años 60s, bajo la poética local pero con lenguaje universal, es el escenario de la nueva escuela de artes Casa Barco, que comenzó a funcionar en el barrio Loperena de Valledupar. ”La capitana” de este sueño, María Laura Quintero Dangond, presentadora y actriz de televisión ya embarcó sus tripulantes en un curso vacacional denominado Marineros del Arte, son 60 niños que comienzan a desarrollar sus potencialidades gracias a un equipo profesional de docentes con experiencia reconocida en cada una de las áreas contempladas: música, artes plásticas, teatro y danza.
Aprendizaje ideal
Desde Bogotá llegaron los primeros pupitres, caballetes e instrumentos musicales donados para darle comienzo a este gran sueño que fue gestado hace cuatro años. A través de una agencia de talentos, lideraba jornadas artísticas con niños y adolescentes en condición de vulnerabilidad, en el barrio Bello Horizonte de Valledupar, que consistían en clases de danza, pintura, teatro, y actividades lúdicas, con el apoyo de estudiantes de la Facultad de Bellas Artes, de la universidad Popular del Cesar. En ese entonces, hacía parte del elenco de la telenovela Rafael Orozco, El Ídolo, de Caracol Televisión.
María Laura se siente feliz al ver las obras de arte que los pequeños empiezan a plasmar sobre los lienzos. Y sigue soñando con hacer una exposición cuando estén concluidos. Sube las escaleras y se encuentra con otro grupo iniciado en flauta y en guitarra, en el salón siguiente otros cantan conducidos por la profesora que como directora de orquesta hace gestos con las manos para que la imiten, preparándolos así para el show que presentaran al final del curso y que contará también con la participación de los que reciben clases de danza y teatro.
Está convencida que abrirle las puertas a los menores para que entren, sin distingos sociales, económicos, de raza o religión, y descubran sus talentos y se encaminen por el campo artístico, los aleja del analfabetismo, la delincuencia, los abusos, la drogadicción, la pobreza, la deserción escolar o la mortalidad infantil y les permite soñar con un mundo mejor, incluyente, donde prevalecen los valores, el fortalecimiento de la autoestima, la solidaridad, la alegría, las oportunidades.
Hace énfasis en que este es el aprendizaje ideal; dice que está centrado en las primeras etapas en las cuales el ser humano recibe la mayor información para desarrollarse como individuo, y enfatiza: “reconstruir el tejido social, la comunicación entre la comunidad, volver al intercambio de valores y experiencias, sin duda, contribuirá a una mejor sociedad. Los alumnos serán “embajadores culturales” frente a su núcleo familiar y social”, puntualiza.
Se necesitan Padrinos
Continúa afirmando que promover la formación en las artes como proyecto de vida, es la mejor manera de crear, entre todos, entornos amables, positivos, por esta razón invita a la comunidad a vincularse con el proyecto, siendo padrinos: “la educación es el mejor regalo que se le puede dar a un niño, es un gesto que nunca olvidará porque contribuirá a forjar su futuro”.
El número de la cuenta de ahorros para sus aportes es el 257100019021 Fundación Escuela de Arte Casa Barco- Banco Davivienda.
El año entrante será la gran apertura en tres jornadas, diurna , tarde y fines de semana, en “El Barco”, así fue “bautizada” la casa por los transeúntes al encontrarle similitud con una embarcación, por sus grandes dimensiones. María Laura tomó su nombre para ondear la bandera de la educación artística y zarpar por mares de conocimientos con imaginación y perseverancia hacia nuevos horizontes de paz, concordia y progreso, con una tripulación entusiasta, llena de sueños y deseos de realizaciones.